¿Qué son los malvaviscos?
Los malvaviscos son dulces ligeros y esponjosos hechos principalmente de azúcar, agua y gelatina. Su textura suave y esponjosa y su sabor dulce los han convertido en un dulce muy querido en todo el mundo. Tradicionalmente blancos y con forma de almohada, ahora los malvaviscos están disponibles en una variedad de formas, colores y sabores para adaptarse a todos los gustos y ocasiones.
Una dulce historia
Los orígenes de los malvaviscos se remontan al antiguo Egipto, donde se preparaba un dulce a partir de la raíz de la planta de malvavisco. Los malvaviscos actuales ya no utilizan la planta en sí, pero recrean su característica textura esponjosa mediante técnicas modernas. Con el tiempo, han evolucionado de ser un remedio medicinal a convertirse en un básico de los dulces y postres.
Cómo se hacen los malvaviscos
Los malvaviscos modernos se elaboran normalmente batiendo aire en una mezcla de jarabe de azúcar y gelatina, creando su característica textura ligera y espumosa. Luego, la mezcla se vierte en moldes o se extruye en largas tiras antes de cortarse en piezas y espolvorearse con un polvo fino para evitar que se peguen.
Perfectos para cualquier ocasión
Los malvaviscos son increíblemente versátiles y se pueden disfrutar de muchas formas:
- Tostados sobre el fuego para los clásicos s’mores
- Derritiéndose en el chocolate caliente para mayor cremosidad
- Usados en repostería, como en barras de arroz inflado o como cobertura para pasteles
- Decorados para fiestas o como detalles para celebraciones
Ya sea compartiéndolos con amigos, regalándolos o disfrutándolos en un momento acogedor en casa, los malvaviscos aportan un toque de dulzura a cualquier momento.
Dato curioso
¿Sabías que? ¡El malvavisco más grande jamás hecho pesó más de 1,000 libras y midió más de 1.5 metros de diámetro!
Desde recuerdos de la infancia hasta creaciones gourmet, los malvaviscos siguen encantando a personas de todas las edades. Suaves, dulces y divertidos sin fin: ¡siempre hay una razón para disfrutar un malvavisco!